Como en casi todos los lugares de la península, la vid cultivada llegó al País Vasco a través de los romanos. En los siglos XI y XII llegan los Gascones a la cornisa Cantábrica y traen vides de Aquitania. Durante el siglo XIII las vides se encontraban principalmente en Bilbao, Lekeitio, Balmaseda, Zalla, Amurrio, Llodio, Ayala, Valle de Mena y Santander. En esta época había una ley la cual no permitía consumir vino ajeno a la zona antes de terminar con el propio.
La elaboración de Chacoli se extendió en el siglo XV desde Cantabria hasta Hondarribia y hasta el norte de Burgos y la cuenca de Pamplona.
Hay documentos que hablan de Chacolines de Burdeos.
El término Chacolí empieza a usarse en el siglo XVI.
Durante el siglo XVII y XVIII el Chacolí llega a su explendor. Debido a la peste y la instauración de cereales en la cornisa Cantábrica, la mayoría de la extension de Chacolí se encuentra en Vizcaya.
Durante el siglo XIX entra el oidio y poco a poco arrasa con el viñedo, la cepa francesa aguanta mejor y a finales de siglo aparece el mildiu y ya en el siglo XX la filoxera.
En 1895 el Chacolí pasa a llamarse Txakoli.
El viñedo empieza a recuperarse, sobretodo a partir de la aparición de Getario Txakolina en 1989. En 1994 surge la D.O. Bizkaiko Txakolina y en 2001 el Txakoli de Alava.
Actualmente en el norte de Burgos se está promoviendo la elaboración de Chacolí, el problema es que son de una calidad bastante baja comparada con los Txakolis vascos, no tienen D.O. y no se asegura que sea uva propia. Por ello las D.O. vascas están en contra que se utilice el nombre de Chacolí para estos vinos.
Documentación sacada de la asignatura Nuevas tendencias en viticultura, del Master en Enología Innovadora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario