La primera parada que hicimos fue en Verin, dentro de la D.O. Monterrei. En este caso visitamos la bodega de Roberto Verino, Gargalo.
Bodega sencilla, pequeñita que hace muy bien las cosas. Tuvimos la posibilidad de probar varios de sus vinos. Muy interesante especialmente los blancos.
Calidad/precio me quedaría con el Godello y el Treixadura-Albariño. Tengo algún otro aún por probar que iremos catando a lo largo del año. Comentar también que los orujos y cremas que tiene esta bodega son excepcionales.
A la noche conocimos el centro de Vigo, con bares y vinotecas interesantes. Destacaría dos: Vinoteca Cabernet, en la cuál hay una gran variedad de vinos y muy buena atención; y la recomendadisima Malauva wine bar, en este caso, variedad, vinos diferentes y muy interesantes, todo recomendado por el camarero. Excepcional.
Catamos entre otros estos vinos. Mytilus un Albariño tirando a seco muy correcto y por encima de la media en calidad. El Volátil tinto, vino curioso, hace un poco honor a su nombre y con una boca fresca a pesar de todo, muy interesante.
Al día siguiente conocimos Cambados. Una locura de población que respira vino por todas sus calles. Me quedé con ganas de más.
Tuvimos la oportunidad de visitar y catar vinos en la bodega Palacio de Fefiñanes. El Albariño básico no tenían en stock y probamos el fermentado en barrica 1583 y Fefiñanes III año. Los dos muy ricos, pero el último me pareció especialmente bueno, recordaba a los buenos Riesling de Mosela.
Comimos en Fonte do Viño, rico marisco y chuleta. El Albariño de la casa es muy normalito pero la comida muy rica.
La última visita la realizamos de manera imprevista y gracias a la recomendación de Fefiñanes, la bodega Gerardo Mendez.
La atención excepcional y cercana por parte de Lola que nos encantó y transmitió lo autentico de esta bodega y sus vinos. Pudimos probar dos de sus vinos do Ferreiro y do Ferreiro cepas vellas.
Del primero he de decir que ya era de mis Albariños preferidos calidad/precio, pero le que nos fascino fue el cepas vellas. Quizás uno de los mejores Albariños que he probado, sin disfraces frutosidad y longevidad, un espectáculo de vino.
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